Con una
producción bastante cargada que en momentos puede resultar abrumadora. Estos “químicos”
del estadounidense Angelo Andrea parecen dar prioridad a la instrumentación por
encima de su voz con pads, bajos moog, teclados secuenciados, y bonitos
arreglos orquestales, más el agregado del inmensamente popular al estilo del pack de percusión Roland 808 que le
agrega ese elemento neo retro tan buscado, con acertados remates de toms
sintetizados.
La pieza en su totalidad remite a un ambiente más bien oscuro, muy característico de cierto pop de los últimos años como Billie Eilish o incluso The Weeknd. Detrás de los efectos y las voces octavadas, se alcanza a percibir un timbre bien entonado y una melodía principal concisa con etéreas armonías, sobretodo en el coro donde el artista habla de no querer sentir más. La canción es sólida y se sostiene bien en todos sus elementos. Una oda total a la angustia que pueden causar las relaciones, al bedroom pop y a los controladores midi. Habrá que escuchar más.
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