Con una combinación de guitarras distorsionadas y una producción más cercana a una especie de trap de tendencias oscuras, la canadiense Caroline Phillips nos trae este tema con vocales nítidas bien al frente de la mezcla y un estribillo melódico de intensidad palpable. Nuevamente se hace presente la influencia de la Roland 808 en la base rítmica que (paradójicamente) a estas alturas ha dado una vuelta completa para pasar de ser un sonido retro hasta llegar a ser un símbolo de los métodos modernos de los artistas que se encuentran en el top.
La melodía de los versos con voces dobles descansa sobre la citada caja de ritmos y un bajo preciso y contundentemente sencillo, mientras que en el coro hay un sutil cambio en la percusión que busca comunicar mayor energía gracias al tono agudo cortesía de la señorita Phillips. Interesante mezcla de sonidos que redunda en una pieza correctamente producida e interpretada que insinúa la violencia de una relación tóxica con alguien “corta gargantas” o “degollador” (en un sentido no literal cabe aclarar).
Toma tu
cuchillo hipotético y disfruta.
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