Sacándole el
mayor provecho al math rock, género
bajo el cual se autodenomina este proyecto originario de Colombia, la grabación
está plagada de intrincados (mas no incomprensibles) patrones rítmicos que
sirven de base a complejas y variadas partes de guitarra a veces distorsionada
y a veces limpia.
Una
composición interesante y entretenida que, a pesar de ser completamente
instrumental, logra evocar diferentes sensaciones e incluso imágenes; que si
bien pudieran ser de una marcada abstracción, en definitiva demuestra una innegable
búsqueda de no caer en los clichés del rock más comercial. Lo cual no impide
que sea cien por ciento disfrutable en cada escucha. Si te gusta la música de
los videojuegos o conoces a la oscura banda Mini Bosses, quienes hacen covers
de soundtracks de sagas clásicas de Nintendo como Ninja Gaiden o Megaman, debes
darle la oportunidad a esta banda.
Imagínate
corriendo en un escenario lleno de enemigos con tu espada o tu arma láser
intentando acabar con todos ellos para poder rescatar a una damisela en
desgracia. Eso es “Amaki Shi Yo, Kitare” de Kitsugaki.
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