Si eres una señora güera en sus treintas que lleva sus hijos pequeños a la práctica de soccer en la escalade de su esposo y luego se va al brunch a tomar mimosas con sus amigas; no lo dudes, esta canción es para ti. Es broma, cualquiera puede disfrutarla. Italia tiene una larguísima de tradición de pop de fina manufactura y estos sietes océanos de distancia de los que habla Matilde G continúan con dicha tradición a través de una producción limpia y dinámica con teclados, sonidos orquestales sintetizados y cajas de ritmo ultra procesadas. La voz potente y educada más cercana al Rn´B americano y con unos leves ecos del country pop de Taylor Swift, logra con creces el cometido de evocar la desesperación de estar lejos del ser amado.
Durante los versos graves y espaciados, un piano más bien oscuro acompaña mientras la percusión filtrada se va haciendo presente gradualmente hasta llegar a una pausa breve y el estribillo aparece por primera vez con dobles voces, octavadas y armonizadas más el recurso de un bucólico “tu turu” donde declara “nuestro amor es como una sinfonía” Como lo dice la etiqueta, esta es música para el “adulto contemporáneo” cualquier cosa que eso signifique.
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