Interesante psicodelia moderna en este tema largo que sugiere un ambiente de angustia pacífica. La voz comienza etérea y se convierte en un lamento cercano al soul, con el uso de bucólicas notas y un carácter que se desenvuelve a partes iguales entre disonancia y armonía. Esta dulce salvación lo mismo abreva de los Radiohead raros (dígase a partir del Kid A) que del pop y Rn´b de los últimos años. Que incluso podría ser reminiscente a unos más esforzados e intelectuales Imagine Dragons.
Piano preponderante, armónicamente complejo e inusual. Secuencias de percusión, loops y un sutil pad de teclados. Todo unificado por una voz afinada y etérea gracias al uso de efectos sobre la misma. Posteriormente entra la batería acústica y violines sintetizados que complementan el estribillo. La grabación es lo suficientemente nítida pero a la vez parece buscar un efecto menos pulido, más “azaroso”; que se agradece y que probablemente lo que pretenda sea alejarse de la definición de pop. Que en un descuido, algún despistado bien podría meterlos en dicha categoría.
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