“Dinero no es lo que necesitas” es la frase con la que este solista abre el tema a manera mantra. Una guitarra solitaria con un notable efecto de tremolo y ritmo sincopado es el vehículo sobre el cual el breve track se desenvuelve. La producción es minimalista en sus instrumentación, las voces octavadas en el estribillo son lo más cargado de toda la pieza. La intención parece ser el enfoque en la lírica, un devaneo casi anticapitalista a media voz.
A pesar de los efectos de eco y reverberación, la grabación se percibe totalmente orgánica, especialmente en las marcadas consonantes presentes en la voz. Casi como si hubiera sido registrada en vivo con el intérprete tocando y cantando con un par de pedales, un amplificador y el micrófono altamente comprimido para dar ese carácter íntimo y cercano, casi como un susurro. Hay un sentido cercano al folk en el fingerstyle de la guitarra, sin mencionar el compás quebrado que parece oscilar entre cinco y cuatro con pasmosa naturalidad.
Recomendable
para rojillos, marxistas, socialistas y amantes del folk eléctrico.
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