Energética y alegre pieza que recuerda a partes iguales a Taylor Swift en la construcción de la línea melódica pero pasada por el filtro del sonido más posterior de la canadiense Avril Lavigne. Instrumentalmente presenta una combinación de guitarras levemente distorsionadas cercanas al happy punk más una veloz batería programada. La inclusión de sutiles y puntuales sintetizadores como acompañamiento, brindan ese toque modernista que convive bastante bien con la ambientación general del tema.
Agradable uso del espacio y el silencio, que crea expectación y da tiempo al escucha de asimilar las letras que declaran “voy a desconectarme de la vida, que se j*da este 9 a 5 en mi tiempo dorado. No lo quiero salar (traerle mala suerte)” La producción es limpia y popera, la voz y la batería por delante. Las guitarras paneadas, el bajo al centro y el resto de los elementos espolvoreados a diferentes volúmenes por todo el espectro. Logrando su cometido de presentar una canción dinámica y cristalina.
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