Balada
rítmica de rock pop vibrante y armonioso con un mensaje positivo acerca de
seguir a través de las dificultades
diarias.
El protagonismo instrumental recae en un piano bien ejecutado que nunca se interpone con el resto de los elementos sino que gracias a un gran trabajo de orquestación y arreglo ocupa un lugar preponderante como hilo conductor a través de toda la canción. Lo cual no significa que no haya secciones instrumentales destacadas como los arreglos de guitarra distorsionada en los fabulosos pasajes instrumentales en la marca de los dos minutos y los excelentes acentos que podemos encontrar cerca de los tres minutos los cuales dan paso a dos acertados solos primero de guitarra y después del rey de este tema: el piano.
La pista
vocal se inclina hacia el rango más grave, sin restarle cualidades melódicas e
interpretativas. Hay de hecho un cierto sentido beatlesco que bien podría estar relacionado con la influencia de
Elton John o Billy Joel, mencionados por el mismo autor.
Agradable y
confortante pieza de rock positivo, tan escaso en estos tiempos. Recomendable.
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