El tema abre con un bonito motivo de flauta dulce antes de dar entrada a la potente voz de esta cantautora que en su letra narra una historia de amor con la que todos podemos identificarnos instantáneamente. La composición fluye armoniosamente a través de acordes de piano y breaks que brindan frescura y atrapan el interés del escucha desde el primer momento. Hay una perceptible influencia de tremendas cantautoras consagradas como Kany García o la española Rossana.
La grabación posee un sentimiento nostálgico muy acorde a la lírica que permea durante todo el track mientras poco a poco se va revelando como un reclamo hasta cierto punto agridulce; sobre un acompañamiento instrumental que cumple cabalmente sin interponerse sino más bien aportando a dicho sentimiento. El fraseo vocal infunde un carácter urgente bastante acertado que amalgama a la perfección con la base rítmica y armónica orgánica, natural y sobretodo llena de ese elemento humano que en los últimos tiempos parece ser poco valorado.
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