Directamente desde la tierra del majestuoso Machu Picchu nos llega este bonito tema acústico de la cantautora Nicole Zignago. Con un timbre que por momentos semeja el de la hispano-argentina Naty Pelusso, la canción se revela como una declaración optimista respecto al paso del tiempo y lo que se supone que alguien debe haber logrado o no, según la edad que se tenga. La placa resulta agradablemente minimalista gracias a la modesta instrumentación que en este caso consta principalmente de una guitarra acústica discretamente rasgueada, el bajo con aire de upright bass sampleado y una base rítmica de carácter electro que durante los versos parece casi imperceptible pero que al llegar al estribillo se hace bastante más presente con el agregado de delicados pianos y sutiles teclados envolventes.
La composición
es primordialmente un bucle de acordes que se repiten durante la totalidad de la
placa, siendo la clave aquí el gran uso de la melodía y las inflexiones vocales
para dar una sensación de distinción entre las secciones; inteligente recurso
grandemente socorrido en infinidad de grabaciones pop de todas las épocas.
Rítmica, dinámica y sobre todo con una lírica reflexiva y profunda. Bravo, Perú.
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