Se describen como “una banda guiada por guitarras, influenciada por el rock clásico, con ganchos melódicos y un acercamiento de los años 90´s” más que acertada definición, en mi opinión. Ecos de The Who, The Kinks y algunas bandas más modernas como Fastball, se perciben en la placa que nos presenta Esteban el repulsivo y sus cartas salvajes.
La composición abreva de mecanismos armónicos que funcionan excelsamente, sin olvidar el cuidado trabajo guitarrístico que refieren en su descripción. Guitarra rítmica y líder, conviven complementariamente sin interponerse en el camino de la otra. Gracias a un buen trabajo de producción también hay que decirlo, que tiene la precaución de colocarlas en paneadas a cada lado; mientras que bajo y batería se mantienen al centro como anclas, sólidas y confiables. Estupendo arreglo vocal, que agrada con acertadas armonías y los ya mencionados ganchos melódicos que son más que notorios en el fabuloso estribillo. Gran tema y banda, sin desperdicio. Muy recomendable.
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