Este es un excelente shuffle que a primera escucha me parece una mezcla entre I´m still standing del genio Elton John con No one knows de QOTSA, más una voz grave e histriónica bien característica del nuevamente popular post punk. Pero más allá de comparaciones e influencias, el tema se sostiene por si solo gracias a su tremenda energía y sincera intensidad.
Con una ejecución sobresaliente, la placa se desliza sin
dificultades presentándonos secciones bien definidas y fantásticamente
arregladas. Empezando por la magnífica pista de percusión, un ritmo ternario frenético
y bastante sólido que conforme avanza va cambiando de patrones según se
amerite, al tiempo que el resto de la instrumentación le permite respirar y
destacar debido al inteligente uso del silencio y el espacio (algo muy olvidado
en las canciones de hoy en día)
En el apartado armónico, las guitarras protagonizan con
acordes y licks con efecto chorus, más un bajo galopante que marca
cada uno de los cambios con discreción y gran musicalidad.
Esta es una joya para
los fans del género, que seguramente disfrutarán a plenitud.
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