Dentro de la industria musical, independiente del metal, existieron movimientos interesantes que surgieron alrededor de la década de los setentas y ochentas, influyendo así en una serie de grandes artistas que han marcado tendencia en todos los elementos importantes y espectros sonoros, cautivando a un público excepcional. Es por ello que, actualmente, también en una época contemporánea, surgen artistas como Pablo Iranzo, un artista con un sonido intensivo e introspectivo, logrando crear una atmósfera oscura y potente. Desde Múnich, ha entrado dentro de una industria musical independiente y conectado con sus sonidos que rompen barreras, resonando inquietantemente con una audiencia que se siente cautivada.
«Scream», desde el minuto uno, destaca por una sólida base industrial. Estas percusiones, bastante explosivas y dinámicas, tienen un sonido mordaz que envuelve al oyente en una atmósfera sombría y disruptiva, logrando así también un discurso excepcional. Particularmente, el tema aborda el dolor en las relaciones, centrándose en el clásico sufrimiento en las parejas, donde a través de la ira y el resentimiento, se desarrolla una dinámica tóxica y distorsionada.
Un tema que explora la obsesión y la violencia desde su lado más humano, y como advertencia, logra transmitir a través de este discurso fuerte y mordaz los límites saludables en las relaciones, manteniendo el énfasis en la obsesión sobre la toxicidad.
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